desde el principio
que estuve junto al primer hombre
cuando el mundo se le reveló mundo
y que desde entonces he seguido de largo
en el vientre de muchas madres
atravesando la historia entera
forcejeando en medio del barro y las piedras
sorteando hambrunas y conflagraciones
temiendo la locura ante el absurdo de un viaje
sin destino ni esperanza
muriendo de peste en las ciudades
o bajo de puñales mercenarios…
Si pienso en todo esto y en muchas cosas más
en el sucesivo nacimiento y muerte de las generaciones
en el derrumbe de las casas dinásticas
o de un hombre armado en la calle
en la horca que se quedó esperándome
y la pared que se bebió mi sangre
entonces sí, me parece ser un hombre tenaz
prehistórico, anacrónico
contemporáneo de un día no venido
y exiliado de un país que no ha existido jamás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario